(entrevista) JOSÉ DOMÍNGUEZ, 'EL CABRERO' CANTAOR

«Yo barro para el flamenco sin distorsionar»
Monesterio ha disfrutado de la música de José Domínguez Muñoz
RAFAEL MOLINA/MONESTERIO

José Domínguez Muñoz, 'El Cabrero', lleva treinta años sobre el escenario. Es trovador del cante y conservador de su pureza. Afirma que el flamenco, «como música, es Andalucía»; como expresión, son «nacencias y sentires». Va a donde le llaman, y acaba de triunfar entre la afición de Monesterio, invitado por la peña flamenca 'Pepe Cristo' en su habitual velada navideña.

-José, ¿el flamenco es de gitanos o de payos?

-El flamenco no es de gitanos ni de payos; es una expresión que se da. Se nace cantando. Yo soy de los que me mojo. Me mojo cantando, me mojo con las cabras, y desgraciado del grano que no se moja, y se conforma. El flamenco es un cante que nos han dado estructurado y así lo hemos de conservar. Porque no le vamos a echar agua a la colonia para que haya más o para que huela mejor.

-O sea, que su fidelidad es hacia la pureza de los cantes...

-El agua es más antigua que la sed; porque cuando aparecieron los primeros animales, el agua les había dado la vida. Entonces, ¿Porqué cambiar el agua? Cada día buscamos el agua más limpia. Con el flamenco, lo mismo. El flamenco puro es no distorsionarlo.

-El cabrero ha sido y es un hombre comprometido. ¿Tienen sus letras hoy el mismo sentido que hace treinta años?

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