martes, marzo 22, 2005

(crítica) Flamenco y poesía culta

Claro que lo de poesía culta es un decir. Hablamos, respecto del disco que nos ocupa hoy, de Lope de Vega y Góngora, es cierto, pero no del Polifemo de este último ni de las Rimas sacras del primero. Lo que Menese ha adaptado en A mis soledades voy... son romances, letrillas e incluso poemas que nacieron para ser cantados. Se trata por tanto de una selección de ese cancionero popular cultivado por autores cultos en nuestro Siglo de Oro. Y en ello reside acaso el mayor acierto de esta obra. No es que la adaptación no se resienta en determinados puntos. Pero obviamente la música, la métrica, el léxico y la dicción flamencos se adaptan mejor al octosílabo o la seguidilla que al endecasílabo, por poner un ejemplo.

Seguramente la solución mejor fue la que ofrecieron Morente o Lole y Manuel hace unas décadas: la de componer música nueva para la nueva letra (nueva en el flamenco, claro). Música flamenca nueva.

(leer +) [vía diario de sevilla]