(artículo) Una voz oscura, de bronce y piedra

EL PERFIL DE JUAN VERGILLOS / Queda un nombre: Chocolate es todavía, recién fallecido, cabeza de cartel. Me refiero al cartel del próximo 7 de agosto en el Festival de La Unión, una noche dedicada a Jerez que lógicamente se convertirá en póstumo homenaje a quien fuera niño prodigio en los terribles años de las hambres de la sevillana Alameda, donde putas flamencas y flamencos puteados malvivían de los señoritos rumbosos. Esa fue la escuela flamenca de Chocolate, y por aquello de que la flor nace del lodo, en aquella miseria lloraban y cantaban hombres niños tan gigantes como Tomás Pavón. Tomás, el hermano de la Niña de los Peines, el genio asustado fue el primer espejo del Chocolate. Cantar como forma de supervivencia, ésta fue su escuela.

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