(crítica) Un éxito poco justificado

victoriano moreno

emocionado. Falete, tan singular como siempre, anoche en el Teatro Cervantes.
J. L. GARCÍA GÓMEZ


El éxito se mide por parámetros tales como la venta de entradas y la reacción del público. Así que Falete triunfó sobradamente anoche en Málaga, como viene haciendo en cada concierto que da o en sus apariciones televisivas. Eso es un hecho y como tal es indiscutible. Ante un abarrotado Teatro Cervantes y con una audiencia entregada desde el primer compás, el sevillano se sintió a gusto y pudo ser él mismo.

Si en el pasado Rocío Jurado o Isabel Pantoja arrasaron el escenario malagueño y se mostraron emocionadas, Falete no hizo menos. "Málaga apostó por mí desde el principio y he sentido cosas muy especiales con vosotros, nunca os olvidaré", dijo el joven fenómeno mediático. Pero estas palabras no las pronunció al final del concierto, sino tras la segunda canción. Falete se sabía ganador desde el principio, estaba en el Cervantes no para ganarse al público, sino para recoger lo ya ganado. Su presencia en el centenario teatro malagueño era su premio.

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