(artículo) Vanguardia como vuelta a la raíz
JUAN VERGILLOS
El arte imita la naturaleza. Es naturaleza. El baile flamenco es pura pulsión. Dentro de este arte late una radicalidad tal que el futuro inmediato de la danza flamenca es expresarse sin aditivos, con la mera música del corazón del intérprete. Mientras, continúa aliándose con la mejor música contemporánea. Ligeti a ritmo de soleá por bulerías marcó anoche el punto de no retorno a la verdad del arte y de la naturaleza. No es vana esta sociedad: en la seguiriya primitiva (El Manigero, El Marrurro) hallamos una profunda hermandad con la muerte, la misma que contiene la música de Ligeti que introdujo ayer Marín en su recital, a ritmo de soleá por bulería. El puro sonido del corazón del artista, como señalaba Vicente Escudero. No hace falta más música. Con todo sonaron las voces a capella de La Tremendita y de José Valencia, a punto de romperse. Saltándose, por la vía de la modalismo, la armonía occidental para irse al mero ritmo del corazón.
(leer +) [vía diario de sevilla]
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