(artículo) Arte jondo de la vida cotidiana
flamenco
JUAN VERGILLOS
Provocar una mirada nueva, arrojar otra luz sobre las cosas. El extrañamiento, en ello cifraba Sklovski el destino del hecho artístico. Ésa es la mejor virtud de este espectáculo, articulado en torno a una serie de estilos, tópicos y formas de vida y de presentación de la vida flamencos. Casi siempre es el humor el destino. Humor blanco o el hallazgo ingenuo de que en los radios de una bicicleta cabe el compás de los martinetes. Seis números en torno a seis estilos, pero con las letras (como el propio título de la obra) o las melodías alteradas: "Que Dios me pinche mi bicicleta/ si me la quiere a mí pinchar". En eso consiste la parodia, en provocar un cambio completo manteniendo el mayor número de elementos originales. Buscar un catalizador.
(leer +) [vía diario de sevilla]
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