miércoles, mayo 24, 2006

(crítica) El arte corintio de Estrella Morente


antono pizarro
sereno barroquismo. La cantaora granadina presenta disco.

El disco se abre con una guitarra pulcra, sentimental, la más dolorida y feliz de los últimos veinte años, gozosamente recuperada en este disco para el estudio de grabación: Riqueni. Esa luz unida a la sensualidad mediterránea de una voz plena de melismas intencionados, cálida, acariciante y porosa. Lo primero es la claridad serena, cristalina, de los hombres que habitaban en las costas hace 2.000 años. Tiempo detenido, el fandango extático hasta parir la taranta. De hombres, de mujeres, que no esperan sino que simplemente están. La serena fiereza con la que está dibujada esta melodía en que todo obedece a un sentido, como si Virgilio cambiase los hexámetros por cuartetas octosilábicas, por seis frases musicales absolutamente cristalinas. También El Cojo de Málaga o Manuel Vallejo fundaron una civilización, la del cante de levante. Artificio de épica íntima, la única admisible por nuestro tiempo descreído, apenas capacitado para emprender otras aventuras que las del corazón. Sereno barroquismo.

(leer +) [vía diario de sevilla]