miércoles, mayo 17, 2006

(noticia) Una pasión andaluza en Madrid

Capital. José Blas Vega, decano de los investigadores flamencos, realiza un estudio sobre la presencia de lo jondo en Madrid

Diego 'El Cigala'

José Blas Vega es en el ensayismo flamenco sinónimo de rigor y pasión a partes iguales. Lógicamente, dada su larga trayectoria, sus inicios están vinculados a la flamencología mairenista de los años 60, hoy seriamente cuestionada por estudios más rigurosos, pero Blas Vega ha sido y sigue siendo un maestro para las nuevas generaciones de escritores flamencos. Su biografía de Antonio Chacón es ejemplar en muchos sentidos, y de sus estudios sobre los Cafés Cantantes podemos decir otro tanto.

Este libro es la historia del flamenco en un ámbito geográfico concreto, una ciudad, que en algunas épocas (en especial los 60 de los tablaos) se ha erigido en capital mundial del flamenco: Madrid. Buena parte de la obra está dedicada a la etapa preflamenca: Blas Vega parte de los sainetes costumbristas de don Ramón de la Cruz para buscar en los jaleos, las tonadillas, las seguidillas, romances, tiranas, fandangos, etcétera, el origen de este arte. De hecho Blas Vega propone al majo como precedente del tipo del flamenco (y el gusto por lo agitanado) que, como señala Steingress, es el tipo que encarna la bohemia andaluza que sirve de marco al nacimiento de este arte. Señala también Blas Vega que el término flamenco aparece por vez primera, aplicado a la música andaluza agitanada, en la prensa madrileña, antes que en la andaluza, en concreto en la revista La España del 18 de febrero de 1853 (cuando en Sevilla se aplica por vez primera el término en 1866, según Ortiz Nuevo, citado por Blas Vega).

(leer +) [vía diario de sevilla]