viernes, septiembre 24, 2004

(crítica) El espectáculo falla en la dramaturgia pero reúne a tres grandes bailaores

'CARMEN, CARMELA', una versión libre del mito

MONTSE G. OTZET

COREOGRAFÍA Antonio Canales
TEATRO Novedades
FECHA 21 de septiembre

En su nuevo espectáculo, Antonio Canales huye de la ambientación original de la pieza y desplaza a los personajes hasta tiempos actuales, utilizando un carácter teatral, una dramaturgia que ya aportó en el contexto de alguna de sus obras más aclamadas, como Torero. Pero, en Carmen, Carmela el artista lleva su propuesta a límites extremos, tanto que el coreógrafo y bailaor se atreve a hacer uso de la palabra para maximizar la pasión que conlleva su personaje, una mezcla de Don José de Merimée y de Otelo de Shakespeare.
Su interpretación cae en un registro exagerado y desmedido, y en determinados momentos raya la comicidad. Pero no es el único que no encuentra el tono adecuado. Tampoco lo logran Lola Greco y Diego Llori, que escenifican a Carmen y Escamillo, el torero, respectivamente. La dirección de Miguel Narros no ayuda a estos grandes artistas del flamenco a traspasar el umbral que va del baile a la teatralidad, como tampoco resulta gratificante la combinación que se realiza de la partitura de Bizet con música flamenca, si bien, por su parte, resulta muy loable la interpretación del cuadro de músicos.

(leer +) [vía el periódico]