(crítica) La ´Carmina Burana´ de Távora. Caótica mezcolanza

MIGUEL ANGEL DE ABAJO 19/12/2004

IMAGENES ANDALUZAS DE CARMINA BURANA

Dirección: Salvador Távora

Lugar y días: Gran Teatro, 17 y 18 de diciembre

La compañía sevillana La Cuadra ha utilizado la cantata de Carl Orff Carmina Burana con libérrima inspiración para su espectáculo Imágenes andaluzas para Carmina Burana , el cual se ha representado en el Gran Teatro el viernes y sábado pasados. Temáticamente hay referencias contra la lucha de religiones, concretamente la religión de la cruz y la de la media luna, hay exaltación de una Andalucía personificada en una mujer y hay también un deseo de paz sin hambre que remata el final. Unas intenciones nada reprochables, pero está todo tan brutalmente conjuntado que no provoca reflexión, como mucho, una mezcla de impaciencia y respeto hacia el trabajo ajeno.

Lo que Salvador Távora nos dice en su Carmina Burana ya nos lo ha dicho en espectáculos anteriores. Una vez más caballos, incienso, andalucismo, Semana Santa, religiosidad primitiva, flamenco, toros, maquinaria, simetría, apasionamiento, desmesura emocional, reiteración rítmica y aderezando todo, grandilocuencia, no exenta de demagogia, al mezclar caóticamente los temas con una arbitrariedad que ensarta signos y símbolos dando a estos contenidos caprichosos, algo que en lenguaje poético se puede hacer si se tiene el ingenio preciso, pero si no, queda en ruda pretenciosidad, por ejemplo, hacer de la luna apocalíptica de la Virgen una luna islámica.

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