(artículo) ¡Se acabó el carbón!
DIGAMOS que es lo más natural y lógico que el día visperal de la Epifanía que se acabe el carbón. ¡Hay tanto niño "malo" por ahí! Ellos son, naturalmente, los que lo acaparan estos días y, claro, se acaba, se agotan las reservas.
Allá por el año 1938, en plena guerra, recuerdo que había una carbonería en la calle Ánimas, una de las vías más pequeñas que hay en Jerez. Ella digamos que une Naranjas con Bizcocheros y en la que yo, que prácticamente la travieso dos o tres veces al día, me llevo cada susto... Sí, dado que en la única casa que en la actualidad existe en la calle Ánimas viven, o van y vienen a ella, seis chiquillos bien graciosos y bonitos, como lo son sus mamás y lo es su abuela que es, en verdad, quien tiene casa y hogar en la calle Ánimas.
Pues bien. Por esa estrecha, digamos que vieja y corta calle pasan a diario un buen número de motos, sobre las que viajan una o dos personas. Pasan por Ánimas, no desenfrenadamente pero, vamos, tampoco con el "artefacto" llevándolo del "ronzal" que es como entiendo que una moto y su piloto deben atravesar esa minúscula calle en la que casi siempre hay como media docena de niños que salen corriendo y en menos que canta un gallo se planta en mitad de la calle y ¡a ver qué pasa en el momento más impensado!.
(leer +) [vía diario de jerez]
0 Comentarios:
Publicar un comentario
<< volver al índice