viernes, febrero 11, 2005

(crítica) Ardiente flamenco

Sara Baras dio muestras de virtuosismo y originalidad en su presentación la noche del miércoles en el Royce Hall

Victoria Looseleaf
Especial para Espectáculos

La bailaora Sara Baras presentó con su compañía el espectáculo ‘Sueños’ en el Royce Hall de la UCLA. (J. Emilio Flores/La Opinión)

Ardiente

Una ardiente Sara Baras hizo su debut en la Costa Oeste el miércoles con la presentación en el Royce Hall de UCLA de su compañía Ballet Flamenco Sara Baras.

El programa de 80 minutos, con el título de Sueños, ofreció muestras de tradición entremezcladas con el sello indeleble de una pensadora original y atrevida. La virtuosa, nacida hace 34 años en Cádiz, que comenzó a bailar a los ocho, dominó el escenario con cada vuelta: ya sea con sorprendentes piruetas o pasos complejos que se aventuraban en territorio de Bach, Baras literalmente pisaba terreno nuevo con cada coreografía.

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