sábado, febrero 26, 2005

(noticia) 'El Torta', contra el flamenco convencional


Actuación de 'El Torta', el jueves en el Salón de Columnas. /R. ZAPATERO

Juan Moneo 'El Torta' se presentó en Logroño y dejó bien claro que su cante es exclusivamente suyo, que su expresión artística no está sujeta a los vaivenes de las modas o al dictado de lo que impongan ni los tiempos ni las obligaciones. Juan Moneo es un ser libre con un espíritu inquieto, un flamenco jerezano que canta con especial solera y que no realiza ninguna suerte de concesiones. Quizás, su arte suene tan rancio porque destila la virtud que sólo poseen los artistas más auténticos. En él nada está sujeto a lo convencional, por eso es así, descarnado e infatigable; a veces remolón, pero nunca hueco. Su cante, su estilo, su fuerza, es el eco inmemorial de algo que se aprende desde chiquetito, pero a lo que no se puede llegar por el estudio metódico.


'El Torta', cuando era niño, aprendía de sus mayores, se sentaba al lado de ellos y allí, callado como una ameba, iba recogiendo como una esponja esos cantes de la plazuela, los desconsuelos, los sabores de las fiestas, su fatigas, el rajo y un compás de ese rincón del sur tan absolutamente inimitable. Pero la verdad es que el concierto fue hermoso aunque no trepidante, porque para disfrutar plenamente de los ecos de Jerez hay que tomarse las cosas con cierta parsimonia y 'El Torta' anduvo un punto acelerado, sobre todo en la primera parte de la actuación, ésa que remato al golpe de sus bulerías personales, que las apellida así quizás por su desigualdad, pero en la que dejó algún requiebro a compás más que destacable.

(leer +) [vía la guia de la rioja]