(crítica) Valor joven al alza

LA RIOJA
PEDRO MARÍA AZOFRA/

Alguien dejó dicho y escrito que el cante se inventó para que alguien se quejara con dignidad y belleza a un mismo tiempo. María Toledo es una universitaria joven y hermosa cantaora que se esfuerza en comunicar, dolerse y sentir el cante con honestidad y grandeza ejemplares. A veces consigue ecos de míticos cantaores que sólo escuchamos en históricas grabaciones y otras carece de algo que no se cuantifica pero que el público siente.

Templa muy bien de salida los cantes y ya en el primer tercio provoca interés de los oyentes que agradecen lo bien que apura los distintos palos, con educada voz, aunque hay que reconocer que le falta el pellizco especial, la potencia y el rajo cazallero que parecen obligados en el flamenco. Inició el recital a palo seco con seguiriyas que rubricó con tonadas y en el capítulo de tangos los ofreció de varios aires y procedencia con letras un tanto manidas y escuchadas.

Las malagueñas fueron excelentes por sentidas y bien dichas y después trató 'Los campanilleros' con fuerza y expresividad: 'Como lo hizo Manuel Torre'. Importante que jóvenes flamencas se inquieten por lo histórico y ancestral. Terminó la primera parte con cantiñas, alegrías y mirabrás recordando a Camarón, La Perla de Cádiz y Aurelio Sellés.

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