domingo, mayo 29, 2005

(crítica) Un auténtico mosaico

RAMÓN RODÓ SELLÉS - 29/05/2005


El festival de Ciutat Vella se está caracterizando por ser un auténtico mosaico de arte flamenco, en el que hay de todo, como en botica. El viernes tuvimos un ejemplo claro de por dónde discurren esas simientes que le dan nombre. La pretensión de los organizadores es acercar al público barcelonés figuras jóvenes con proyección de futuro o figuras que no han actuado, o han actuado muy poco, en nuestra ciudad. Sobre el papel podrán echarse en falta nombres de relumbrón, pero la realidad es que el público, que llena el recinto, se queda muy a gustito.

Se abrió el concierto con Las Molina, dos cantaoras muy jóvenes que han unido sus andares individuales en un solo proyecto. Ellas se alternan en el cante e incluso se atreven con un dúo al unísono, en unos tangos de perfecto y difícil ajuste por sus melismas y adornos. De su actuación nos gustaron las alegrías y la soleá. Un cante para cada una.

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