(crítica) Una velada de embrujo

Más de 1.500 personas asisten en Antequera a la XX Noche Flamenca de Santa María, en la que se da cita lo mejor de este arte
TEXTO Y FOTO: ENRIQUE TORO / ANTEQUERA
Una velada de embrujo

GARRA. El Cabrero entusiasmó a un público entregado.
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NOCHE de palmas y cante puro. Eso pudieron respirar las más de 1.500 personas que el pasado sábado acudieron a la XX Noche Flamenca de Santa María que se celebró en la plaza del Escribano de Antequera.

Aún olía al mastranzo con que se impregnaron los alrededores de la plaza, cuando saltó al escenario la voz de Juan Antonio Camino, último ganador del concurso de flamenco Juan Casillas de Antequera. Las malagueñas aparecieron por primera vez. Y es que el joven cantaor de Montoro no quiso despreciar la oportunidad y, acompañado a la guitarra de Antonio Miguelez (hijo del Califa), fue el primero en despertar los aplausos de un público que tenía ganas de vivir una gran velada con el mejor flamenco.

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