(entrevista) El sello de mi abuelo consiste, ante todo, en el baile macho»

G. CAPPA

SU hermano mayor es Farruquito pero él no utiliza diminutivos: es Farruco, como su abuelo. Hace siete años que Antonio Fernández Montoya formó su propia compañía. Teniendo en cuenta que tiene sólo 17, está claro que, además de la raza, un sello de distinción en toda su familia es la precocidad. Farruco debutó en la escena internacional a los 2 años en Berlín y participó en su primera película a los 6 años, Bodas de Gloria, bajo la dirección de su abuelo. Ahora acaba de protagonizar la última cinta de Mireia Ros, El Triunfo, junto a Ángela Molina y Juan Diego. Esto sin olvidar el lugar preferente que ocupa en los espectáculos creados por su hermano Farruquito como Raíces Flamencas, La Len Varó, Por Derecho o Alma Vieja.

–Todos los niños fantasean con lo que harán en el futuro. ¿Lo tenía usted claro?

–Desde antes de tener uso de razón dice mi familia que llevaba dos años bailando. Yo sabía no lo que quería ser de mayor, sino lo que quería ser en ese momento, bailaor. Hoy en día tengo la misma opinión.

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