(crítica) Calixto Sánchez le cantó a 'su' tierra

LOURDES GÁLVEZ CALDERÓN

Tras asistir al espectáculo ...A mi tierra, nos queda la sensación de haber visto un repertorio con voluntad de ser sofisticado y poco usual, pero que no contó con los mimbres adecuados para alcanzar su fin. La ejecución de los cantes, además, recordó la intención de utilizar la técnica y la floritura vana para arrancar el aplauso fácil característica de la Ópera Flamenca.

Todo el elenco, a excepción, quizás, de Manolo Franco y Laura Román, que fueron los únicos que aportaron algo de pasión y jondura, ofreció trinos, toques y pasos de baile llenos de un afán de perfección técnica, pero, escasos de sentimiento. Entre las voces de los cantaores, sin duda, destacó la de Virginia Gámez, poderosa y bonita, pero pone el cante al servicio de su lucimiento, alargando los tercios hasta extremos que no le son popios.

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