(entrevista) MAY DEL PILAR

«Mis alumnas bailan bulerías mejor que Sara Baras»
BAILAORA

Texto de/Javier Aguiar. Fotografía de Henar Sastre.

TODA desparpajo y temperamento, esta vallisoletana que habla con un torrente de acento andaluz se ha hecho en Chiclana su rinconcito, desde el que se expresa con una simpatía desbordante y un arte, dice, hecho de la sangre torera que heredó de su primo Roberto Domínguez y de un duende flamenco que no se sabe de donde salió. Apasionada del baile, el flamenco y los toros, acabó adornándose con un capote en el tablao. No se pierde en retóricas para ensalzar sus trofeos ni para apuntillar a quienes se interponen en su largo y trabajado camino hacia el éxito.

-¿Cómo se le ocurre unir el toreo y el baile flamenco?

-Tengo algo de torera que se ve, que lo llevo muy adentro. Mi alma está dividida y yo sabía que tenía que sacar eso adelante. Entonces me inventé el baile torero.

-Pero, ¿alguna vez se ha puesto delante de un toro?

-Con 18 años me puse, en una capea en Medina del Campo, aunque eran vaquillas. Era una fiesta flamenca que hicieron unos empresarios y me invitaron. Yo no sé si lo haría ahora pero te juro que me las toreé a todas. Vino un señor que se parecía a Juncal y me dijo: 'Yo te voy a coger para hacerte torera'. Y hasta me lo pensé porque, la verdad, toreo muy bien, tengo mucho arte. Pero experimenté algo interiormente, una necesidad de dar salida a todo ese manantial muy fuerte que tenía dentro y me di cuenta que el baile era mi camino.

-¿Cómo se define como artista?

-Una mujer de mucha fuerza, muy creativa y muy poderosa y que transmite mucho.

-¿A qué bailaora admira?

(leer +) [vía el norte de castilla]