jueves, octubre 20, 2005

(crítica) Martinete de ortodoxos

...y revolucionario

Como Picasso, como Miles Davis, está entre esos artistas a la vez inquietos exploradores, arriesgados aventureros

MINGUS B. FORMENTOR - 19/10/2005


Músico jondo por derecho, filósofo desde el tuétano, poeta devocional. Enjundiosa tríada de potencias que define el singular perfil artístico de Enrique Morente. Querencia por el riesgo como divisa de arte. O sea, torero. Enamorado de la creación de paisajes sonoros. Yen tanto que tal, pintor. Anarquista previsor, observador sagaz, conversador jocundo y pinturero. He aquí algunas de las sabidurias adosadas que coadyuvan a vertebrar la excepcional personalidad de Enrique El Granaíno, un puro encanto de hombre.

Con tales mimbres, su trabajo serio y constante, su conocimiento cabal de los cimientos y su nunca escasa inspiración, Morente se ha ido forjando como indiscutible figura histórica del arte flamenco.

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