domingo, noviembre 20, 2005

(crítica) Amigo en plenitud

Vicente Amigo Músicos: José M. Hierro, guitarra; Blas Córdoba, cante; Patricio Cámara y Paquito, percusión; Antonio Ramos, bajo; J. M. Sáncjez Cortina, teclados. Teatro Movistar, Madrid.

Pedro CALVO

Inmerso en su gira mundial con el disco «Un momento en el sonido», que en las semanas pasadas le ha llevado a Hispanoamérica, Vicente Amigo ha realizado un paréntesis para dar dos conciertos en España. Acaba de tener una noche de esplendor en Madrid. Todo el papel vendido y una afición entusiasta, deseosa de disfrutar con una guitarrista en el que arte y popularidad se unen muy justamente. La guitarra flamenca de Vicente está en el tope de calidad. Una pulsación que crea y se recrea en la suerte, como esos toreros que Amigo tanto admira. A los diestros Finito de Córdoba y José Tomás les dedicó «Bolero a Marcos», compuesto para su hijo chico. Intoxicado siempre por la riqueza armónica y el buen gusto de compositor, se nota que siendo lo suyo el flamenco puro y jondo, en su espíritu danzan otras músicas cultivadas. Anunció que ofrecería un trozo de su corazón, y luego confesó que se había vaciado. Empezó fuerte y rebosante de originalidad, con una improvisación para guitarra solista que conectó con el fandango «El Mensaje».

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