(crítica) El cante de Jerez al estilo natural

FRANCISCO MARTÍNEZ

Cantar con la convicción de ser flamenco sin más, de mostrarse al público que le escucha de manera natural, sin poses artificiosas, rebuscadas o premeditadas –tanto en la voz como en el estar– resulta siempre de gran valía, más cuando se hace con un gusto peculiar por determinados cantes y la personalidad necesaria para recrearlos, para vivirlos.

Así es, así cantó y se mostró Fernando de la Morena el pasado sábado en el Gran Teatro. Tras el jerezano, el bailaor Curro Sendra perfiló un bien tramado baile por soleá: sensibilidad en el contenido musical y plástico para una introspectiva y sensible progresión coreográfica. Curro Sendra puso punto y final a un festival que abrió el pianista Juan Sánchez de la Torre embebiéndose en un frondoso taranto de matices musicales originales. Continuaría el pianista junto al guitarrista Niño Seve en bulerías para la creatividad mutua de piano-guitarra.

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