(crítica) El cante sin red

flamenco por juan vergillos

tomás de perrate. El cantaor, con Pedro Peña y Antonio Moya.

Perraterías aúna el flamenco más rancio, en el sentido más popular del término, con acentos rockeros y callejeros, urbanos. Tomás de Perrate canta con sordina, como si tuviera en la garganta un amortiguador. Y eso en un principio me sorprendió: la primera vez que escuché a este cantaor, hace unos años, no lo entendí. ¿Cómo canta, con treinta y tantos años, como un viejo de ochenta? No obstante, después entendí lo que hay de guiño en su estilo, de juego con la tradición asumida por vía paterna.

La obra se abre con tangos del Piyayo muy bien dichos, y con acompañamiento de guitarra eléctrica y batería. Este procedimiento, mezclar lo flamenco clásico con arreglos de ritmo y pinceladas instrumentales eléctricas, se repite en otros dos cortes del disco, seguiriyas y tonás, en los que el productor de la entrega, Ricardo Pachón, pretende demostrar que el ritmo amalgamado está en el origen de ambos cantes, y a su vez en el origen del flamenco.

(leer +) [vía diario de sevilla]