(entrevista) La Niña Pastori

El puro flamenco y sus influencias

La cantaora española pasó por Buenos Aires para promocionar su sexto disco

Tenía once años y en todo Cádiz ya se hablaba de esa niña que cantaba como una auténtica heredera del Camarón de la Isla. La noticia de esa pequeña con voz de trueno llegó a oídos del mítico cantaor que personalmente la invitó a subirse al escenario. La Niña Pastori recuerda el momento y le vuelven a temblar las piernas. "Fue una de las cosas más grandes que me pasaron en la vida. Estaba Tomatito y me acompañó en cuatro cositas que hice."

Desde entonces, la historia de la cantaora flamenca creció, como le gusta decir, "de a poquito a poco". "Mira como son las cosas que hice seis discos y sólo ahora puedo venir a Buenos Aires". Y es verdad, desde que apareció con su primer álbum, "Entre dos puertos", la Niña Pastori se fue transformando disco a disco en una estrella del flamenco actual, pero con la celebridad de una artista pop.

Su nuevo material, "Joyas prestadas", el primero que se edita en el país y en el resto de América latina, amplía mucho más su campo de acción y se mete a versionar el cancionero popular, con temas de autores tan disímiles como Joan Manuel Serrat, Armando Manzanero, Juan Luis Guerra, Alejandro Sanz o Maná. "Siempre fui más allá del flamenco y en algún momento los puristas me criticaron mucho. En este disco cantamos lo que me apetecía. Me gustó mucho hacer estos temas y llevarlos para el lado flamenco, que es lo mío. Nos sentimos a gustito con esas canciones."

-¿Cómo lo recibieron en el mundillo flamenco?

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