(artículo) Matilde Coral, arte y solera

Carlos colón

EL único blanco en el que aciertan los torpes es el del error. Algunos incluso son tan hábiles que logran alcanzar varios con un solo disparo. Es el caso de la consejera de Cultura con relación a Matilde Coral, la gran bailaora y maestra de danza a la que, en vez de darle las facilidades que se darían en cualquier comunidad culta a una personalidad de su talla, se le ponen trabas. Estas facilidades no redundarían en su provecho personal, porque es una de esas personas sobrias por honradas, y honradas por auténticas, que viven donde siempre han vivido y como siempre lo han hecho: entre los suyos y en la Triana en que nació. Estas facilidades nada tienen que ver con los favoritismos con los que los políticos premian a los artistas cortesanos, sino que redundarían en beneficio de sus alumnos, de Sevilla, de Andalucía y del flamenco. Matilde Coral no puede ser más, porque es imposible ser más grande, ni quiere tener más, porque no es ambiciosa ni amiga de lujos. Sólo quiere seguir ejerciendo esa forma de generosidad que lleva a algunos artistas a compartir los secretos de su arte a través de la enseñanza.

(leer +) [vía diario de sevilla]

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