lunes, septiembre 20, 2004

(artículo)Flamenquito del güeno

TEODORO LEÓN GROSS/

EN estos días, coincidiendo con la XIII Bienal de Flamenco de Sevilla, se anuncia la creación de la Bienal de Flamenco de Málaga. Es alentador comprobar que en Málaga surgen constantemente iniciativas originales en lugar de copiar lo que se hace en otras ciudades. No hay mejor síntoma de vitalidad creativa.

Este proyecto es una apuesta bastante personal del presidente de la Diputación, a quien le disgustan los espectáculos impuros como en Sevilla (los Ulen han hecho una versión flamenca de 'Alicia en el País de las Maravillas' y también hay un operístico 'Don Juan Flamenco') mientras él reivindica el palo puro. En general y en particular. El caso es que Pendón lleva el flamenco dentro. Bueno, también lo lleva fuera. En la última edición de premios MCapital rompió el protocolo y se puso, ay, allí mismo, a tocar con una panda de verdiales. Los demonios de la genética le excitan el duende. No puede estar en presidente pudiendo estar en guitarrista. Ya ocurrió en un certamen provincial de pandas, diría que en Canillas, donde también abandonó la presidencia institucional del acto y concursó con su panda a gran satisfacción, claro, del jurado. No se puede decir que Pendón, de no ser presidente, se daría al flamenco; porque se da al flamenco incluso siendo presidente. Y es rumboso, tanto que el presupuesto de la bienal va por 720.000 euros. Están contentos los flamencos, bailaores, cantaores y palmeros, incluido Manolo Chaves 'el palmero de Ibarra'.

(leer +) [vía diario sur digital]