lunes, mayo 30, 2005

(crítica) Que no decaiga

RAMÓN RODÓ SELLÉS - 30/05/2005


Noche de clausura del Festival Flamenco de Ciutat Vella. En el escenario, y abriendo la velada, el joven tocaor Jerónimo Maya. Los primeros compases que interpretó bastaron para apreciar que su conocimiento de la guitarra es excepcional, que en su toque expresa con sensibilidad y que su deseo es el de ser distinto a lo habitual, distinguirse de lo común, original a toda costa. Ese primer tema discurría por soleá y a veces por seguiriya, con mucha suavidad, pero aportaba mucho de sí mismo. Sus atrevimientos armónicos y esos punteos sorprendentes creaban una atmósfera distinta y muy personal.

El segundo tema, más creativo aún, resultó tan original como intrascendente. En todo momento prevalecía su magnífica técnica y un evidente buen gusto artístico, pero la forzada búsqueda de originalidad puede cortar la concreción autoral.

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