domingo, abril 02, 2006

(crítica) Volar en redondo

Randol Peresalas
randol13@jrebelde.cip.cu

Foto: Pepe Murrieta


La danza total: esa es la idea. Sabe el coreógrafo, artista al fin, que procurar compendios estilísticos en unos cuantos movimientos implica un riesgo que pudiera creerse ingenuo. Pero ante el fracaso o el éxito a lo lejos, el creador solo ve este último. Alas, el más reciente estreno del Ballet Lizt Alfonso, fue el caso más próximo que tuvimos en la cartelera del Gran Teatro de La Habana si seguimos dicho concepto.

Apoyada en los vistosos decorados de Ricardo Reymena, donde lo abstracto juega a ser figurativo, o viceversa, y en una música trepidante, compuesta por Denis Peralta, Yuniel Rascón, Damián Nueva y la misma Alfonso, la coreógrafa despliega a sus bailarinas por el escenario con una clara intención: demostrar que la danza es medio y fin en sí misma; que ella sola, si mañana se acaba el mundo, guarda fuerzas suficientes para revivir el cruce de pasiones que nos hizo humanos, sensibles, y que también nos extinguió. Pero Alas no quiere saber de muerte; es la vida su columna vertebral. Por ello la apertura misma es una fiesta, un exquisito sumario de ritmos musicales que más tarde se replicarán en movimientos concretos.

(leer +) [vía juventud rebelde]