lunes, noviembre 01, 2004

(prensa) Elogio y defensa del Centro Andaluz de Flamenco

flamenco por fermín lobatón

puntales. Dos grandes y decisivos del flamenco: Antonio Mairena y la Niña de los Peines.
De Manuel Torre a la Niña de los Peines


Para los aficionados al flamenco, pero sobre todo para sus estudiosos e investigadores, el Centro Andaluz de Flamenco (C.A.F.), ubicado en el Palacio de Pemartín de la jerezana Plaza de San Juan, constituye un punto de referencia sólido, fiable y amistoso. Un lugar al que siempre puedes acudir a realizar una consulta, solicitar datos o, simplemente, a estudiar su nutrido fondo sonoro y bibliográfico.

Sin embargo, a cualquiera que frecuente el Centro no se le escapan las difíciles situaciones que en algunos momentos atraviesa debido principalmente a la escasez de personal con que cuenta para atender los servicios que presta. Una deficiencia de origen administrativo que -y eso hay que destacarlo- se ve habitualmente suplida por el entusiasmo y dedicación de sus pocos empleados. Es esta una carencia que -con vaivenes- acompaña a la institución prácticamente desde sus inicios como tal. Hay que recordar que su nacimiento, entonces como Fundación, se remonta al 87 para convertirse seis años después en el Centro que ahora es, dependiente ya de la Consejería de Cultura. Entre sus funciones y objetivos destaca la labor de -y citamos textualmente- "reunir y conservar cuantos documentos, objetos y elementos estén relacionados con este arte y, en general, libros y documentos, reproducciones sonoras, fílmicas y literarias que sirvan para perpetuar la historia del flamenco como exponente del sentir y del saber del pueblo andaluz".

(leer +) [vía diario de cadiz]