(enlace) Pasión gitana, sangre nipona

MONTSERRAT LLUIS/GRANADA

«Las bodas españolas son más cachondas» La novia arrepentida y el bosque de los olivos
Sólo a un corazón partío -y con posibles- como al de Alejandro Sanz se le podía ocurrir coger a su novia e ir a casarse con ella a Bali. A 18 horas de vuelo de su nidazo de amor, construido derrochando gusto y dinero en una impresionante ladera de Madrid. Masashi Morimoto, empleado de banca, y Ayumi Fukino, fisioterapeuta, pagarán 800 euros al mes por el alquiler de un apartamento de cincuenta metros cuadrados. Pero también han recorrido 15.000 kilómetros para darse el sí. No ante los estanques sagrados de la que está considerada la isla más bella del planeta, sino con los almendros, encinas y olivos granadinos por testigos.

Verde que te quiero verde. Enamorados desde hace dos años y residentes a las afueras de Tokio, hace dos semanas cumplieron su sueño de contraer matrimonio en el hotel La Bobadilla, una finca donde el lujo comienza por sus 350 hectáreas de panorámicas y tranquilidad, continúa por su helipuerto, su coto de caza o sus recitales privados de órgano y piano para no acabar nunca. Y aunque el antojo de los novios se antoje cuando menos original -si no una locura-, al menos lo primero, no lo es.

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