miércoles, febrero 23, 2005

(noticia) Inspiración o desahogo, fiesta o cobijo

antonio pizarro

esperanza fernández. Saludando a los poetas.
JUAN VERGILLOS


La Casa de los Poetas tiende su mano al flamenco en la celebración de su apertura en Sevilla. El pretexto es Antonio Machado Álvarez, primer estudioso de la poesía flamenca, pero sonaron por los aires jondos también Lorca, Gabriela Mistral y Juan Ramón Jiménez. Antes del cante Juan Diego recitó y a la hiel de Cernuda opuso el sano vitalismo, violento a veces, de Vallejo. La individualidad solipsista del sevillano frente a los poemas fieramente humanos, conscientes de la colectividad, poeta en la calle, del peruano.

Y el cante, un arte, una poesía, que entiende del hombre porque sabe de hombres, de los hombres. La lírica flamenca es la supervivencia de una forma de poesía primaria, porque el poema se canta antes de ser escrito. Sin embargo Esperanza Fernández tomó la mano que se le tendía y así abrió con Beber, de Gabriela Mistral, en un arreglo con música de las tonás campesinas tradicionales. También el Son de negros en Cuba de Poeta en Nueva York, en un nuevo arreglo que tiene tanto de bossa como de son.

(leer +) [vía diario de sevilla]