(crítica) Profunda versatilidad

RAMÓN RODÓ - 04/12/2005
El flamenco capaz de sorprender en una actuación, ése es Morente. Su profundo conocimiento de los estilos más ortodoxos de los cantes no es obstáculo para que injerte en ellos esa original savia creativa que los acerca a lo que, en su opinión, en la nuestra y en la de muchos, debe ser el cante hoy, en pleno siglo XXI. Su versatilidad estilística abarca prácticamente todos los palos del flamenco -un buen ejemplo de ello fue el concierto del pasado viernes- con una enciclopédica variedad de cantes. Pero la sorpresa no está en esa amplia programación de palos, está en la forma de interpretarlos.

De entrada cantó a capella unas tonás, con intervenciones de sus colaboradores en voces y palmas, siguió con un mirabrás (de la familia de las cantiñas) y aportó unas bulerías particularmente fuertes y dramáticas: "... ábrase la tierra, no quiero vivir".

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