lunes, enero 23, 2006

(noticia) "El flamenco no puede seguir siendo como era antes"

baile

Rocío Molina, bailaora malagueña de 21 años, interpreta esta noche en el José Tamayo 'El eterno retorno', donde colabora Pasión Vega

g. h.

juventud. Rocío Molina, en una de sus actuaciones.
I. GARCÍA


granada. En el flamenco todavía se disputa un pulso entre lo antiguo y lo moderno. Una disputa que quizá sólo interesa a los críticos, porque la música, más que cualquier otro, es un arte del instante. Eso lo sabe bien Rocío Molina (Málaga, 1984), que, a sus 21 años, acaba de descubrir a Carmen Amaya, pero reconoce que "el flamenco, como todas las cosas, va cambiando". Esta idea es la que alimenta El eterno retorno, el espectáculo donde la joven bailaora malagueña interpreta su propia coreografía y que presenta esta noche en el Teatro José Tamayo (21.00 horas), dentro de la programación Flamenco viene del Sur.

Inspirado en el mito del eterno retorno formulado por Nietzsche, el espectáculo habla de que "todo en la vida vuelve a repetirse, por lo que tenemos que seleccionar bien nuestros actos", comenta Molina. Para ella, esto supone "tratar de mejorar siempre, para llegar, como decía Nietzsche, al superhombre, a ser mejores personas".

La filosofía del eterno retorno se relaciona con el flamenco en que los jóvenes artistas "echamos la vista atrás para evolucionar. Hemos tomado los cantes antiguos para hacerlos actuales", opina Molina. A pesar de su juventud, la malagueña cuenta en su haber con la coreografía de otro espectáculo, Entre paredes, con el que ya actuó en Granada el año pasado.

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